domingo, 13 de marzo de 2011


El estilo Tequitqui

El tequitqui: un estilo híbrido

Entre los hibridismos culturales surgidas en las manifestaciones artísticas de la Nueva España, figura el realizado por las manos indígenas en obras de tema cristiano.

El poeta y crítico de arte José Moreno Villa -español exiliado en México- bautizó en su libro La Escultura Colonial Mexicana (1942) este estilo como tequitqui, basándose en el sustrato islámico de España. Si el arte cristiano de influencia musulmana fue nombrado “mudéjar” (mudechan), dado que significa “tributario” -aplicable a los tributarios musulmanes de los señores cristianos-, Moreno Villa decidió emplear el término equivalente en náhuatl que era la palabra tequitqui.











Huatlatlauca, Pue.

Atlatlauca Porteria, Morelos.




El tequitqui: un estilo propio


Si bien la palabra tequitqui ha sido aceptada en la historia del arte mexicano y es muy representativa, hay aspectos de la categorización de Moreno Villa que ahora parecen superados como el de considerar que los árabes aportaron sus técnicas y materiales a las construcciones de los cristianos (algo cierto), mientras que en el caso indígena todo se reducía a lo ornamental. Este punto es discutible, al juzgar con criterios retinianos lo que conlleva más sustancialidad. También es discutible que el tequitqui sea un “conato de estilo”, pues ahora se le reconoce como un estilo propio.


San Andrés Cholula, Pue.






El tequitqui, su demarcación


Desde sus primeras muestras del XVI, el tequitqui puede demarcarse en poblaciones del actual D. F., el Estado de México, Puebla, Michoacán, Jalisco e Hidalgo, aunque Moreno Villa muestra imágenes también de Oaxaca, Chiapas y otras regiones del país. Las características de este estilo, según el poeta español que se enfoca ante todo en la escultura, son la planura en el labrado de la piedra, con poco relieve y el empleo de símbolos indígenas mezclados con los góticos y renacentistas que habían traído los españoles, y el barroco que llegaría después. También en el uso de la técnica de la caña de maíz y de algunas maderas autóctonas.


Sta Ma Tiltepec, Oax




El tequitqui en Yucatán

Martha Fernández señala que las obras tequitqui parecen ser únicas, originales e irrepetibles y que hubo capacidad para recrear modelos preestablecidos, produciendo una obra nueva, con personalidad propia, diferente a las europeas pero también a las prehispánicas y a otras regiones de la misma Nueva España. Queda por analizar el caso de Yucatán respecto de este estilo, sobre todo la portada de la Casa de Montejo y el Cristo de piedra que se halla en Maní, que ha sido estudiado por Jorge Victoria Ojeda. Este estilo quizá no es aplicable a nuestra región, por lo cual habría que estudiar las manifestaciones coloniales en el que se incluyese lo estético, lo histórico y lo simbólico para percibir sus características destacadas.


La Casa de Montejo, Yuc.

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