domingo, 13 de marzo de 2011

El Arte Colonial

Arte colonial:
desde la ocupación española hasta la independencia


Desde España llegaron numerosos artistas, quienes formaron talleres y enseñaron a los habitantes originarios de estas tierras los modelos y estilos de la península, como el gótico, el renacentista, el manierista, el barroco y el neoclásico.







El Ex-Colegio de San Francisco Javier





El arte colonial está determinado por la arquitectura y la pintura





La primera etapa de la conquista: El Caribe



Será en Santo Domingo (actualmente capital de la República Dominicana) donde primero se transfiere la cultura española en América. Canteros y albañiles sevillanos fueron en la primera década del siglo XVI a atender las obras públicas de importancia.



La catedral de Santo Domingo



De traza gótica, se compone de tres naves a la misma altura con capillas laterales muy profundas. La iluminación se relaciona con el románico, pues a través de las capillas llega una luz tenue. Estas capillas, siguiendo la tradición española, están resueltas con cubiertas individuales y diferenciadas, lo que señala su independencia funcional y espacial. En la fachada principal impera el lenguaje renacentista, tanto en la decoración como en la estructura arquitectónica.


Las construcciones en México



En 1524 se produce la conquista y fundación de México. El panorama es absolutamente diferente, ya que aquí entran en contacto con culturas originarias más desarrolladas. La evangelización será un propósito y un pretexto. Las órdenes religiosas de los franciscanos, los dominicos y los agustinos abrirán las fronteras e irán avanzando en el territorio consolidando poblados, organizando asentamientos y difundiendo el mensaje evangélico. Para ello construirán numerosos conventos.










El programa conventual de La Colonia



El programa conventual está formado por una iglesia, un monasterio, un claustro y un atrio. Son los mismos elementos que conforman los conventos europeos, pero en América, la escala del monasterio y de la iglesia se reduce y adquieren un desarrollo inmenso las partes que no existían en Europa, como es el atrio, que se acomoda a la costumbre indígena de efectuar las ceremonias al aire libre. Junto a los rincones del atrio se disponen pequeños templetes o "capillas posas" que marcan el recorrido de las procesiones y sirven para detener o posar las imágenes.


La importancia del atrio en América




Al fondo del atrio aparece la capilla abierta o "capilla de indios". Era el lugar desde donde el sacerdote podía decir misa hacia la multitud situada en el atrio. Estas capillas responden a la necesidad de albergar a multitudes que no cabían en las iglesias y a la tradición prehispánica de los cultos al aire libre. En la capilla abierta, el sacerdote era el único que estaba a cubierto.


Los atrios aparecerán amurallados y almenados, sirviendo de ciudadelas que recuerdan a las fortificaciones medievales.










La tipología de los templos


Algunas iglesias reiteran elementos de la tipología del templo gótico de una nave profunda, bóvedas de crucería y cabecera poligonal con contrafuertes. Las portadas presentan los motivos del gótico isabelino, del renacimiento y del plateresco. Los espacios internos del convento, celdas, oficinas, talleres, refectorio, portería, biblioteca, sanitarios, se distribuyen alrededor del claustro.

El Convento de Acolman, fundado por los agustinos, sigue estas premisas.


Arquitectura basilical




Los dominicos llegaron más tarde a América y se establecieron en Oaxaca, Chiapas y Guatemala. Ellos extienden el tipo de planta basilical. Por ejemplo, la Iglesia de Cuilapan.







Grandes catedrales de América


A lo largo del siglo XVI también se construirán numerosas catedrales, ya que en las principales ciudades de la Nueva España se establecen diócesis episcopales. Se pueden apreciar ya rasgos renacentistas y manieristas, como en la Catedral de México, que se ubica en la Plaza de Armas (hoy conocido como Zócalo) y se levanta en parte del viejo solar del Templo Mayor azteca.













El estilo barroco


El Barroco llegó de la mano de la Contrarreforma, debido al gran peso que tuvo en España. Se sirvió del estilo para combatir la difusión del protestantismo y defender el catolicismo. Por ello, se importarán numerosas obras de imaginería de escultores españoles como Martínez Montañés.

Uno de los ejemplos barrocos ornamentales más destacados es el de la iglesia jesuita de Tepotzotlán, en el Estado de México.









El barroco en la arquitectura mexicana


Otro ejemplo de la arquitectura barroca es la iglesia de Santa Prisca, ya que tiene gran singularidad por su sentido vertical. Su gran portada-retablo reúne columnas cilíndricas, salomónicas, un gran medallón central, reloj y estatuas.





La diversidad del barroco mexicano




1 comentario: